Desde luego, la cosa es como para gritar…
A menudo las cosas más obvias son las únicas de las que merece la pena hablar y en Tutto Grau nos aplicamos el cuento. En esta ocasión hemos decidido tratar el tema más manido de la historia de los tutoriales. Eso que todos debemos hacer aunque a nadie le resulte agradable (¡no, eso no, lo otro!). Me refiero a la limpieza de nuestros equipos. En concreto de cualquier cámara. Parte fundamental del mínimo mantenimiento necesario para que nuestras imágenes sigan sin aparecer en esos programas de TV para paletos que identifican cualquier defecto con un OVNI o un fantasma.
Incredulidad, desparpajo e imprudencia. Tres virtudes imprescindibles en todo Tutto Grau.
Para explicar por separado cada uno de los procesos básicos de limpieza que debemos afrontar con regularidad hemos contado -además de con el personal del psiquiátrico habitual- con Álvaro Gómez, de Malévolo, que es un auténtico especialista en eso de frotarse con objetivos…
Los que sigáis vivos después de los interminables 12 minutos de tutorial recibiréis un implante de cerebro de ameba gratuito. De nada.
Julio Gómez, ACTV / MBKS 
¡He sobrevivido! Espero el implante del cerebro de ameba en mi domicilio… ¡Gracias!
Julio, muchas gracias también por este tutto, el primero de una segunda temporada tan deseada por el que suscribe y que me causó, como bien sabes, tal trastorno mental que tuve que ser ingresado en un psiquiátrico de ventanas interiores tan inestables como mi psicología… No sé si recordarás que hace algún tiempo te comenté que la limpieza de la cámara es un tema suficiente y necesario para un tutto, pero sobretodo; muy oportuno para mi polvorienta y desfasada cámara. Nunca pensé que lo materializarías y por eso mi sorpresa es doblemente grata, si cabe… Parece que me escuchas a pesar de todo lo que hablas…
Considero que este tutorial es digno de ser divulgado entre profesionales y aficionados al mundo de la fotografía. No soy capaz de imaginar la cantidad de horas de Photoshop que nos podremos ahorrar muchos por tener que borrar indeseables motas de polvo después de seguir vuestros consejos. Brillante la idea digna de «arquitectos-estrellas» de trazar en el suelo a mayor escala las dimensiones del sensor para explicar cómo se barre.
Saludos desde la Hélade.